Durante los últimos años se ha potenciado de manera exponencial el uso de aplicaciones que se conectan a Internet para dotar a las empresas de herramientas más eficientes para desarrollar su actividad laboral. Los e-mails y los certificados digitales han sustituido a los faxes, tanto, que estos últimos años han caído en desuso. Las presentaciones telemáticas de impuestos o interacciones empresa-administración (entre otras miles de gestiones) son hoy gestiones rutinarias y ahorran muchas horas en colas administrativas y desplazamientos.